sábado, 11 de julio de 2009

Corri las ultimas dos cuadras pensando que no iba a llegar seguramente cuando llegara a esa esquina agitado ella ya no estaría. Pensaba mientras veia a las personas cruzar por mi lado a una velocidad que jamás hubiera pensado alcanzar, que si me hubiese decidido 5 minutos antes, llegaría puntual al encuentro… pero no, mi indecisión me retraso dudando, como siempre, de si estaba bien o no hacerlo. Estoy cansado de querer algo y dudarlo, de desear algo y siempre pensar “pero, no debería”, al carajo con el “no debería”… las cosas en la vida no se deben hacer por deber, se deben hacer por placer. Mire el reloj, eran las 23:58, dos minutos para llegar a esa esquina… no, no voy a llegar, no puedo correr mas rápido que esto… porqué siempre esto?, porqué una y otra vez, llego tarde?... Eran las 00:01 cuando llegue a esa esquina, y te ví, perderte entre los pocos transeúntes que vagaban por esa cuadra, te ví, y te grite: -espera… no diste vuelta tu cara, volvi a gritar desesperado: espera, por favor, espera!... nada sucedió…desapareciste y nunca más volví a saber de ti.

Esa noche, perdí el mayor anhelo que había tenido en toda mi vida: deje pasar a la mujer de mis sueños.

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