sábado, 11 de julio de 2009

Encontré un banco, en una estación de colectivos y me senté ahí… esa sensación, de desconcierto, de amargura, de saborear la tristeza, de inferioridad, de desazón, de querer huir y encontrarla otra vez, y empezar todo de vuelta, y arriesgarme, arriesgarme a poder encontrar en sus ojos la felicidad eterna, en sus manos el calor, en su cuerpo la pasión, y en su vida la mía, atada a la de ella por un lazo que nada mas ella y yo conocemos, nuestras ganas de ser uno, nuestras ganas de comprar esa casa enorme, esos deseos perversos para otros pero hermosos para nosotros, esa necesidad de vivir juntos, y estas juntos para vivir amándonos.Pero nada de eso ocurriría, maldita sea la hora en que la duda me invadió, maldito sea el momento en el que deje que me invadiera y empezara a conquistar cada uno de mis sentidos, maldito sea el momento en el que no actué. Saborearte ya no es lo mismo, me queda el rezago de tus besos, que ya pronto mis labios olvidaran y saciaran con otros sin sabor y sin color, ya no recordare esos labios rojos, por los cuales me derretía al desearlos, y al probarlos me extasiaba una y otra vez mas, sin cansarme nunca.

Como extrañaré tu mirada, esa mirada que lograba todo en mi, incluso los actos mas impensados, esa mirada que jugaba conmigo, y con mi alma, cuando se le de la gana, esa mirada que me hacia sentirme observado, pero no juzgado, que me hacia desear que estuvieran abiertos todo el tiempo, porque sin ellos, mi vida se tornaba sombría. No podré perderme más en ella, ni siquiera podré seguir hablando con élla.El deseo de evaporarme, se acrecentaba a medida qué pasaban mis pensamientos, mire el reloj absorto, creyendo que habian pasado horas…pero no, a penas habian pasado 9 minutos. Eran las 00:10…

Comenzaba a sentir el frio, así que decidí marcharme, levante mi rostro, por mas de que aunque tuviera la cabeza recta y en alto, la nostalgia invadía mis sentidos, mis expresiones, mis facciones, y terminaba por completo de conquistar cada uno de los rincones de mi cuerpo. Incluso mis manos, tambaleantes por los pocos grados que hacia esa noche, parecia sentir ese desgano que todo mi cuerpo transmitía… sentí tu presencia… pero no podía ser, tu te habiías ido, yo te ví perderte entre la gente… alguién me tomo de las manos, y las beso suavemente, devolviendole a cada uno de los dedos su poder sobre sí mismo. Alzaste mi cabeza y besaste mi frente, la punta de mi nariz, mi menton, y te detuviste… me miraste con esa mirada que tanto me gusta, y me llena de amor, y me dijiste aquello que tanto deseaba y siempre desearé escuchar… te conteste: Yo tambien, por siempre.Me besaste… apasionada, pero tan dulcemente, que me hicieron entrar en un mundo que nunca había conocido… te marchaste, aún yo perdido en ese mundo. Me invdaste, me conquistaste, me quitaste en un solo instante toda la amargura que se estaba formando en mi, me invadiste, me conquistaste, y otra vez, por ultima vez: me dejaste amarte.

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